nada tiene fin,
2020 vivirá por siempre
y es por eso que tenemos que ver el lado positivo,
el negativo volverlo positivo,
ver aprendizajes,
ver el cambio como gran fuerza
o ver las fuerzas que nos obligan cambio.
Ver movimiento como vida,
y restricción de movimiento como generador de presión que al acumularse rompe barreras.
2020 no pasa desapercibido,
y nosotros afortunados ahora somos más fuertes, más conectados,
dispuestos a soportar lo que venga.