Es mejor enfocarse en desarrollar un sistema que en conseguir una meta específica.
Cuando estás trabajando hacia una meta juegas un juego finito,
que se acaba
y que puede fallar.
Cuando te enfocas en desarrollar un sistema,
estás desarrollando habilidades,
y una infraestructura tanto mental cómo física.
Acá estás jugando el juego infinito.
Estás mejorando,
estás avanzando,
y no hay pierde incluso si un proyecto específico fracasa.
Los sistemas crean oportunidades.