Es mejor pedir disculpas que pedir permiso.
Es un tema de actitud. Si yo pido permiso es porque desde un principio estoy pensando que algo va a salir mal. Y voy a llegar con actitud de perdedor a jugar el juego.
Es tener miedo.
Es gastar energía para satisfacer mi inseguridad.
Es mejor jugar con la actitud de que nada sale mal. Y así, nada sale mal.
Si a alguien no le gusta, no importa. Tu aprendiste algo. Pide disculpas y vuelve a jugar.