La inteligencia artificial aprende de nosotros,
nos observa,
sigue nuestro ejemplo.
Nosotros somos los que le damos conceptos,
los que explicamos,
los que decimos que está bien y que está mal,
lo que es bonito,
lo que sirve.
Lo que hacemos se propaga.
Nosotros no solo le enseñamos a nuestros hijos humanos.
También a los robots, y a las inteligencias artificiales.
Seamos responsables.