Una vez llega el llamado a la aventura es posible que el miedo no me deje salir de la zona de confort.
Salir a la aventura no es fácil.
¿Qué es lo peor que me puede pasar? es una buena pregunta para hacerse en esta situación.
A veces resulta suficiente para darse cuenta que no es tan grave salir a la aventura. Que podemos soportar las consecuencias sin mucho esfuerzo.
En caso que esta pregunta no sea suficiente:
- Haz una lista de todas las cosas que pueden pasar y que te frenan.
- Para cada una de estas, escribe cómo se puede prevenir esto, o minimizar el riesgo de que pase o su efecto.
- Ahora para cada una de las anteriores escribe cómo se puede reparar si llegase a pasar.
Y si todavía no te animas imaginate en el futuro y pregúntate ¿Cómo seria mi vida si lo hubiera hecho?
Haz una lista de lo que quieres hacer y repite este ejercicio para cada una de ellas.
Ahora sal y haz algo.