Observa el momento en que algo se va,
notalo,
anotalo,
date cuenta.
Dí se fue.
Puede ser una emoción,
una sensación,
una visita,
o un pedazo de fruta,
cualquier cosa.
Todo se va.
Ser consciente de esos momentos te ayuda a entender que somos movimiento,
que fluimos,
y hace más fácil soltar.