Explorar es recorrer mi entorno. Y éste puede ser los restaurantes de mi barrio, la bibliografía para mi tesis, o aplicaciones para mi teléfono que me ayudarán a ser más productivo. Explotar es escoger dentro de eso que encontré y usarlo.
Los sistemas jóvenes tienden a ir por la estrategia de exploración, y a medida que maduran se pasan a una de explotación.
Yo todos los días tengo la opción de explorar o explotar. ¿Será que ensayo un nuevo restaurante o voy a el que ya conozco?
Ir a lo seguro no tiene pierde, ya sé que es lo que voy a encontrar.
Ensayar algo nuevo tiene su riesgo. Tal vez no quede satisfecho, o encuentre una fruta venenosa.
Así aprendemos. Primero fallamos y una vez entendemos cómo funciona lo utilizamos.
¿Cuándo paramos de explorar? Cuando nos sentimos satisfechos con lo que tenemos.
¿Cuándo paramos de explotar? Cuando nuestro entorno se vuelve monótono o las oportunidades escasean.
Si solo exploramos vemos muchas oportunidades, más no las aprovechamos al máximo. Si solo explotamos nos quedamos en un entorno local y puede que a la vuelta de la esquina esté esa gran oportunidad.
La estrategia debe involucrar ambas. Las dos son importantes.
Un par de consejos:
- si tienes que entregar pronto deja de explorar.
- si te sientes estancado sal a explorar
En caso de duda puedes usar una moneda (como lo hacía Dos Caras),
o tal vez, decidir que los días impares son de exploración y los pares de explotación.