Volver a empezar es jugar un juego finito como si todo hubiera acabado. Nada acaba, siempre queda algo.
Volver a empezar es dar otra vuelta.
No la misma vuelta. Ahora es otro mundo que conserva el pasado.
Aprendimos y ahora estamos en camino a afrontar nuevos desafíos.
La anterior vuelta nos enseñó, nos hizo maestros, ahora hay que arrancar un nuevo camino hacia ser maestros de un nuevo mundo.
Ahora vienen cosas nuevas y las vamos a afrontar de otra manera, aprovechando los aprendizajes de la aventura pasada.
Hay que arrancar por ordenar, y arreglar el desorden que dejamos. Y hacer.
En el juego infinito arrancamos el día que nacemos y terminamos el día que se acaba el juego. No hay un volver a empezar, solo ser.